Coro comunitario recupera la memoria obrera de los siglos XIX y XX a través del canto colectivo

En el proyecto participaron 18 cantantes aficionados de distintas profesiones y oficios, quienes dieron vida a los himnos olvidados que convocaron al activismo político durante la cuestión social en Chile.
El pasado 22 de abril, el Coro Comunitario Chirihue, dirigido por las músicas Rosario Bravo y Daniela Salinas, realizó la grabación de dos canciones corales para el proyecto Canción Obrera. Dirigido por Eileen Karmy, doctora en musicología, académica de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) e investigadora principal del Anillo Música y Patrimonio (Animupa), este proyecto busca difundir los resultados de su Fondecyt de Iniciación, orientado al estudio de las prácticas musicales desarrolladas por las organizaciones gremiales porteñas del periodo 1890-1930.
“Si bien mi objetivo principal con este Fondecyt era determinar cómo se había enseñado y aprendido la música dentro de las clases obreras, el estudio de las fuentes permitió identificar una nueva línea de investigación relacionada con los cancioneros políticos que circulaban entre las diferentes colectividades de trabajadoras y trabajadores”, explica Karmy. La también socióloga agrega que estas prácticas se produjeron gracias a la intensa actividad artística que llevaban a cabo tanto músicos aficionados como profesionales, quienes trabajaban como intérpretes en las reuniones sociales de las diversas agrupaciones sindicales domiciliadas en Valparaíso.
Aunque los principales resultados del Fondecyt serán comunicados por medio de artículos de revistas académicas, la divulgación hacia la ciudadanía representa uno de los ejes transversales del proyecto. “Decidí hacer la página cancionobrera.cl para subir parte de los materiales hallados durante la investigación y ponerlos a disposición de cualquier persona que quiera revisarlos”, afirma Karmy, quien también es la desarrolladora de memoriamusicalvalpo.cl, un sitio financiado por el Fondo de la Música para la publicación de archivos musicales de principios de siglo. “Es decir, si pensamos que estos cantos originalmente estaban destinados para ser aprendidos -pero también aprehendidos- por la fuerza del trabajo, lejana a todos los privilegios de esa época, lo más lógico es que hoy en día el proyecto mantenga el espíritu de sus inicios y estas canciones puedan ser conocidas más allá de los límites de la academia”, agregó.
Para la grabación, se eligieron dos cantos utilizados por grupos anarquistas localizados en Chile en la década de 1920 con el fin de ejemplificar cómo funcionaban las prácticas musicales. “Le pedí al Coro Chirihue que participara en el proyecto porque estas canciones, que originalmente eran interpretadas por coreutas amateur, se musicalizaban sobre las melodías más populares del momento. Así se facilitaba que las personas pudiesen cantarlas aunque no tuvieran conocimientos formales de música. Por eso, el trabajo de un coro comunitario resultaba ideal para el plan de divulgación que teníamos, que quería mostrar cómo se hacía la música en esos espacios que no pasaron a la historia”, reflexiona Karmy.
Por ejemplo, el “Himno del Primero de Mayo” es un canto reivindicativo de las y los trabajadores que se rebelaban contra la explotación laboral. Su música proviene de un coro de la ópera Nabucco, que durante el siglo XIX fue muy famoso debido a que representaba la lucha del pueblo italiano por su autonomía. Por su parte, “Himno de la anarquía”, está basado en la música de la canción nacional de Chile, que en ese tiempo se había constituido como un importante símbolo de la resistencia contra la opresión de los poderosos.

Para el Coro Chirihue y sus directoras, participar del proyecto supuso una experiencia desafiante desde varios puntos de vista. En primer lugar, tanto el himno nacional como el coro “Va pensiero” -compuestos por Ramón Carnicer y Giuseppe Verdi, respectivamente- difieren del estilo musical que suelen practicar y que está más orientado hacia la música pop. Esta innovación en el repertorio habitual significó para ellos y ellas una interesante aproximación a la tradición romántica occidental del siglo XIX, desconocida para gran parte del elenco.
En segundo lugar, el alto contenido político de los textos de las canciones comprometió la reflexión personal y grupal del conjunto al contrastar sus ideologías y vivencias con la propuesta hecha por los autores de los textos y las músicas. Con respecto a ello, la visión que preponderó entre los y las integrantes fue entender el proyecto no como una muestra de militancia propia, sino como la recuperación histórica de cantos olvidados durante más de un siglo. Así, la voz de cada persona participante en la grabación pretendió representar las voces de las y los trabajadores que expresaban sus sueños en una época y un contexto que les era adverso.
Finalmente, la naturaleza comunitaria del Coro Chirihue, habituado a desarrollar sus propuestas artísticas de forma colaborativa, tuvo como consecuencia una sensible conexión con el repertorio ejecutado. Los cantos, que en su origen estaban destinados a ser hechos por voces entrenadas, pero aficionadas al fin y al cabo, fueron interpretados con el mismo espíritu con que fueron forjados. Por ejemplo, en los ensayos se generó una dinámica especial en que las voces intermedias cantaban melodías paralelas a las sopranos -algo que se conoce como “hacer segundas voces”- que fueron incorporadas en la partitura oficial. Para Karmy, esto se asemejó significativamente a las experiencias reales que se vivían hace un siglo en el puerto de Valparaíso, cuando los músicos y las músicas improvisaban vocal e instrumentalmente con base en los conocimientos adquiridos tras numerosos años de práctica.
Las grabaciones del Coro Chirihue serán difundidas a través del podcast Canción Obrera, que se estrenará durante el segundo semestre en diversas plataformas digitales. Además, quedarán disponibles permanentemente en el sitio web Canción Obrera, donde formarán parte de los archivos multimedia del catálogo razonado del proyecto.
Para más información del conjunto, se pueden visitar las cuentas del Coro Chirihue en Instagram y YouTube.
Por Constanza Arraño